Las relatividades con capas (1ero, 2do y 3er domicilio) entre los planetas y los signos del zodiaco apuntan a otras capas. Con esto, nos acercamos más y más al sueño de un astrólogo, es decir, que hay una dignidad o la debilidad por cada planeta en cada signo. Así es como los diferentes efectos de los planetas en los signos diferentes pueden ser mejor entendidos e interpretados. Los principios que hemos encontrado en las tres dignidades más fuertes (1ero, 2do y 3er domicilio) nos dan pistas que conducen a otras alineaciones.
Podemos hacer caso omiso de las enseñanzas de triplicidad cuando nos encontramos frente a otras consideraciones, como las enseñanzas son una falacia (capítulo 2.5). Esto siempre fue claro, pero a menudo se pasa por alto deliberadamente. Están en contradicción con las exaltaciones y no tienen, a diferencia de los domicilios y exaltaciones, debilidades en absoluto en sus signos opuestos. Parecen ser un intento inconsistente para completar el sistema de dignidades.
Sin embargo, es lógico, que los planetas no pueden tener una dignidad en cualquier signo donde el polo contrario tiene una dignidad. Venus no puede, por ejemplo, tienen una dignidad en cualquier Signo-Marte, cualquier signo de Plutón, cualquier signo de Mercurio, cualquier signo de Iustitia, cualquier signo de Saturno o de cualquier signo de Urano. En resumen: El Sol, la Luna, Venus, Júpiter, Neptuno y Fauno sólo tienen una dignidad en los signos Sol, la Luna, Venus, Júpiter, Neptuno y Fauno y una debilidad en los signos Mercurio, Marte, Saturno, Urano, Plutón y Iustitia y Mercurio, Marte, Saturno, Urano, Plutón y Iustitia tienen en los signos Mercurio, Marte, Saturno, Urano, Plutón y Iustitia una dignidad y en los signos Sol, la Luna, Venus, Júpiter, Neptuno y Fauno una debilidad. Las 4ta, 5ta, 6ta y 7ma dignidades se derivan de esto.
El 4to domicilio es la cuarta dignidad de los planetas. Estas asignaciones son todas nuevas y eran, al igual que los próximos tres domicilios, desconocidas por la astrología tradicional y moderna.